domingo, 28 de julio de 2013

La piel que habito






















( Dimitar Voinov )
 




¡Si acaso la piel
desplegara sus alas
y acogiera en su seno
solo la alegría!
Es puerta que se ofrece
al cotidiano rito,
al rasguño de la vida.

En cada arruga
la constante lucha,
la que permita
mantener el calor
del hogar,
la fuerza del espíritu
en el que habita.























9 comentarios:

Juglar dijo...

Tenemos fuerza, sin duda, para caminar con la espalda derecha, sorteando tempestades...pero !cuánto cuesta, a veces, mantener el tipo!
Magnífica entrada, Marisa.
Un abrazo grande.

Noris Marcia dijo...

Palabras hermosas, llenas de firmeza que han hecho que este poema sea simplemente hermoso.
Un abrazo, Marisa.

José Manuel dijo...

La fuerza que habita en nosotros se hace constante en el vivir de cada día. Precioso!!

Besos

Trini Reina dijo...

Si no fuera por el espíritu...
A veces hasta nosotr@s mismos nos sorprendemos de su fortaleza.

Hermoso poema

Besos

Laura Caro Pardo dijo...

Si acaso...

La vida es dura, Xanelita... Que nuestra piel lo sea más,para resistirla.

Un besazo, preciosa!!

Amando García Nuño dijo...

Hermosas arrugas, esos versos tuyos que me acabo de descubrir en la piel herida...
Abrazos

Adriana Alba dijo...

El calor del hogar, la fuerza del espíritu.
Gracias por regalarnos tan bellos y sentidos versos Marisa.
Abrazos.

Rayén dijo...

La fortaleza el le esperanza, animan el espíritu. Hay que levantarse y continuar con optimismo siempre.
Con el acostumbrado afecto, un abrazo.

LA ZARZAMORA dijo...

La piel es muy caprichosa...

Besos, Xanela.