viernes, 1 de mayo de 2009

Tiempos de ternura.

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Columnas sólidas que antes fueron
ahora apenas sostienen sueños inviables.
La fragilidad inunda sus vidas privando
de sentido parte de lo que hacen.
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Cuando los hijos se convierten en sus padres
un atisbo de rebeldía asoma por sus ojos.
Ellos son ahora su respaldo,
están ahí cuando los necesitan
pero también saben que no
deben ser obstáculo en su camino.

Aún se tienen el uno al otro,
el ánimo no falta al que flaquea
ni las caricias dadas sin pedirlas.
La emoción les embarga
echando la vista al pasado a los
días de trabajo y diversión.
A lo construido y a lo que quedó por hacer.
Todo ello serán los cimientos
de los que atrás vienen.
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Ahora son tiempos de paz y de ternura.

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10 comentarios:

Elen dijo...

Has puesto en palabras lo que yo veo en el rostro de nuestros mayores. Me encanta mirarlos, y perderme en sus palabras, siempre sabias. Por eso los fotografías tanto, quizá intentando guardarme parte de eso que veo en sus rostros.
Un beso muy grande.
Bella entrada.

maria varu dijo...

Qué hermoso, bello y tierno es llegar a esos momentos de ternura con paz, amor y respeto mutuo... delicadas palabras las tuyas para definir esta etapa de la vida que no todos pueden alcanzar.

Besos Marisa.

Sir Bran dijo...

Perfecta mirada a la tercera edad, usando eso sí, la palabra "tercera" como un privilegio.
No tiene porque no ser una fase preciosa de las personas que la alcanzan.
Un beso Marisa.

fernando dijo...

Muy bonito y profundo. En la vejez, se deben cultivar esos sentimientos que tan bien detallas. Besos.

Susi DelaTorre dijo...

Precioso texto sobre la vejez compartida, Marisa.

Sentido y sensible, conmovedor, al igual que lo es el envejecer y aceptar lo que se pierde y lo que jamás se debe perder...

Un gran beso!

merce dijo...

Marisa, que importante, es envejecer aceptando.
y dificil hacer de padres de ellos, cuando asoma esa rebeldía.

Buen tema. Un beso.

Anónimo dijo...

Soy un poco escéptico, amiga y no sé yo si son tiempos de ternura. Creo que más bien no y que hay mucho todavía por lo que luchar, para que los sentimientos presidan esta dura vida. Muchas gracias por visitarme, pues eso me dio la oportunidad de conocerte. A ver si podemos ser buenos amigos. Un fuerte abrazo y cuídate. Besos.

Manuel dijo...

El ser humano se alimenta de recuerdos...

Marisa dijo...

Gracias Elen,en el rostro de nuestro mayores debemos vernos a nosotros mismos.
Un beso.

María, ojalá fuese para todos
llegar así a esa edad.
Besos.

Sir Bran, gracias por tus palabras.
Un abrazo.

Fernando, gracias por tu visita.
Un abrazo.

Lasosita, a veces es duro el saber
envejecer.
Un fuerte abrazo.

Merce, tienes mucha razón,
el tener que hacer de sus padres
no siempre es fácil.
Un biquiño.

Alatriste, en el mundo en el que
nos tocó vivir se anteponen en la
mayoría de los casos el interés
a los sentimientos, una triste realidad.
Lucharemos para que así no sea.
Agradecida por devolverme la visita.Nos leeremos.
Un abrazo.

Manuel bienvenido, espero verte a menudo.
Un abrazo.













Un abrazo.

mj dijo...

Es lo mejor que podemos pedir al cielo cada día. Llegar a esa edad donde la tranquilidad de lo vivido se haga presente a través de los recuerdos y saber extraer de ellos sólo aquello que nos pueda dar la ternura...
Un abrazo
mj