martes, 3 de febrero de 2009

Nueva energía





..Pasear por los senderos que bordean la costa ayuda a desperezarse y a evitar pensamientos grises, como los llama una buena amiga.
..El experimentado pescador le planta cara al fuerte oleaje subido a una roca y aguanta el choque de la montaña de agua que se abalanza sobre él deshaciéndose en espuma delante de sus propias narices. Espera que la cresta se levante y lanza su cebo una y otra vez. Le estuve observando un buen rato pero no vi que pescase nada. Me fui pensando que tenía muchas agallas. Seguramente no sería la primera vez que pescaba de esta manera y que la perseverancia le daría la lubina que con tanto riesgo perseguía.
..El rugir de las olas, el fuerte olor a salitre, el rumor de los pinos y el perfume de las primeras mimosas hacen que sientas que una nueva energía te invade. Inspiras con fuerza y en el regreso, los deportivos ya pisan más fuerte. Ahora comprendo el desafío y la bravura del pescador.

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5 comentarios:

Susi DelaTorre dijo...

Y es cierto lo que me comentaste una vez, hay situaciones que algunas personas no ven. Tú eres capaz de verlas, sentirlas, extraer una visión positiva y contarlas.

Un abrazo! GRANDE !

Marisa dijo...

Gracias Susi.Tus comentarios
tambien ayudan a ser positiva.
Un abrazo.

merce dijo...

El rugir de las olas, el fuerte olor a salitre, el rumor de los pinos, el perfume de las mimosas.... Son las voces y susurros de la sagrada naturaleza, que vacian el pesamiento, para unicamente disfrutar, y cuando eso ocurre, como en tu texto, es un placer. Un beso, Marisa.

Oscar García dijo...

El mar, la orilla y ese olor... me encanta.

Un beso

Marisa dijo...

Merce, Oscar el inspirar esos aromas reconforta, ayuda a cargar
las pilas.
Un abrazo para los dos.