Encendiendo farolas
Farola en San Sebastián
(Rafa Martín)
Este pie
consciente e inseguro
aprende a caminar
con interrogaciones.
Atrás
el precipitado tiempo
la locura,
por delante
el obligado paso
en la penumbra.
Encender farolas
al precipicio,
apretar mi mano
con la suya.
10 comentarios:
Hay farolas que nos dan la mano e iluminan nuestros futuros pasos... aunque no se pierde nunca cierta incertidumbre.
Bss
Original farola y poema.
Besos
André
Creo que soy de los que nunca aprenderá a caminar sola. Ni con farola ni sin ella...
Un abrazo, Xanela
Inseguridad que se transforma con esa mano que da fuerzas.
Muy bello, Marisa.
Besos
En todo caso: luz...
Besos
que sigan brillando ésas farolas querida Marisa!.
Hermosos versos, pura luz.
Un fuerte abrazo y gracias por tu amistad y cercanía.
Cuando hay interrogantes en el camino, lo mejor dar luz mucha luz.
Besos
¿Acaso hay pasos seguros?
La penumbra, querida Marisa, nos acompaña. Y de ella aprendemos.
Encender farolas, con una mano que nos sostenga, siempre es de agradecer.
Bello poema lleno de sabiduría.
Besos!!!
Cuando los pasos son inseguros y la penumbra nos acompaña, no hay luz mejor ni más clara que la de una buena compañía.
Besos
Encender farolas nos rescata de las penumbras, querida Marisa y y hace que se consigan unos versos tan preciosos como los tuyos, amiga.
Enhorabuena. Besos.
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