Cándido Sueño
Odalisque
Jules Joseph Lefebvre (1836–1911)
Ahora que la piel
se adhiere temblorosa
al suave misterio
de la noche,
solo alcanza a tocar
el relámpago
de un cándido sueño
a tientas lo persigue
hasta que encuentra
la sublime placidez
de su silencio.
5 comentarios:
Bienvenida sea la noche si bajo su influjo y sobre los sueños se alcanza la placidez.
Hermoso
Besos
Me gustan tus versos.
En esta ocasión transmiten paz, tranquilidad... y son de una serena belleza.
Un abrazo cariñoso, Marisa
Poema del tacto, hasta el misterio y el silencio parecen rozarnos...
Salud-os
Siempre es reconfortante alcanzar un sueño, aunque el canto de victoria sea el silencio.
Besos
Alcanzar un sueño, es dejarse acariciar por la plenitud y la placidez de un nocturno acallado...
Besos, Xanela.
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