Nada permanece en su forma y materia original, todo se diliurá porque nada pertenece realmente, sólo es un sueño. Y al apagarnos y diluirnos la eternidad entra en un concepto que se nos escapa.
Mas triste es que la estrella que nos deja tan asombrado, lleno de sue~os y fantasias, muchas veces murio hace ya mucho. Aun peor, muchos tenemos nuestra propia estrella que nos alumbra, usamos gafas, bajamos la cabeza para no verla, y cuando llega la noche miramos hacia arriba a~orando una estrella que tal vez ya no existe, la cual sabemos que no poedemos tenerla.
Siempre sucede, es inevitable la finitud en todo lo que hacemos...hasta la vida misma. Hermoso, pequeño y contudente, es una maravilla poder leerte. Un cariño inmenso.
Hermoso, para no variar, maestra. Nada nos pertenece, ni siquiera a las estrellas; su luz se va, para recorrer el universo; al igual que nosotros no somos dueños de nosotros mismos, excepto de nuestras obras y pensamientos... por lo demás, pertenecemos a un todo...
Lo bello y breve dos veces bello, querida Marisa. Todo es mutable, nada permanece siempre igual, ni siquiera las estrellas, amiga. Preciosos y profundos versos. Besos. María
Es algo así como aquello del libro Ilusiones de Richard Bach:
Quiero saber cómo has aterrizado aquí... Escucha! -gritó a través del espacio que nos separaba. ¿Este mundo y todo lo que hay en él? Ilusiones, Richard!!. Todo en él son ilusiones! Lo entiendes??
O así creo entenderlo de tu preciosa poesía. Besos hermosa.
33 comentarios:
Cierto. Y sin embargo, sigue brillando por mucho tiempo después de apagada.
Biquiños
La luz de una estrella nos ilumina allá donde estemos.
Un abrazo
Precioso, Marisa, si se pierde el brillo lo mejor es desaparecer.
Moitos biquiños.
Nada permanece en su forma y materia original, todo se diliurá porque nada pertenece realmente, sólo es un sueño.
Y al apagarnos y diluirnos la eternidad entra en un concepto que se nos escapa.
Un abrazo, Marisa, tan certerza.
Me "da cosa" pensar en que vemos su luz cuando, a lo mejor, ya no existe.
Bicos.
Todo es efímero, Marisa, pero la estrella pierde su luz relativamente durante un tiempo, luego vuelve a brillar con mas intensidad.
Muchos besos.
Mas triste es que la estrella que nos deja tan asombrado, lleno de sue~os y fantasias, muchas veces murio hace ya mucho. Aun peor, muchos tenemos nuestra propia estrella que nos alumbra, usamos gafas, bajamos la cabeza para no verla, y cuando llega la noche miramos hacia arriba a~orando una estrella que tal vez ya no existe, la cual sabemos que no poedemos tenerla.
Bonito Dia Marissa!
La impermanencia de todo lo que nos rodea, pero siempre habrán estrellas que nos alumbren...
Besos
mj
Todo cambia, desaparece.
Por ello vivamos.
Abrazos, Marisa.
Alicia
¿SABES?Tengo una estrella brillando allá arriba que siempre vela por mí.
Besos de regreso.
Así es, todo eterno y efímero a la vez.
Sutíl y certero poema.
Un abrazo Marisa
Acaso seamos sólo eso: estrellas con luz prestada...
Besos
Nada es para siempre, hasta una estrella desaparece, es muy triste.
Un abrazo fuerte desde mi librillo.
Mira hacia ese cielo inmutable... y verás que si, que todo es así...
Saludos y un abrazo.
La luz siempre brillará allí donde estemos.
muy bello Xanela.
Es que pertenecer es repartir la luz, como tu poesía
Bicos, Marisiña, poeta querida!
nuestra efímera eternidad, es un encanto en tus palbaras.
Todo es tan fugaz...
Siempre sucede, es inevitable la finitud en todo lo que hacemos...hasta la vida misma. Hermoso, pequeño y contudente, es una maravilla poder leerte. Un cariño inmenso.
Los capítulos concluyen, pero lo disfrutado perdura si así lo deseamos.
Un abrazo!!
Marisa...
Hermoso, para no variar, maestra. Nada nos pertenece, ni siquiera a las estrellas; su luz se va, para recorrer el universo; al igual que nosotros no somos dueños de nosotros mismos, excepto de nuestras obras y pensamientos... por lo demás, pertenecemos a un todo...
Un beso
Pero aparece el sol, la estrella más brillante, para que no nos quedemos a oscuras...
Besos
Para ti lo infinito
o nada; lo inmortal
o esta muda tristeza
que no comprenderás...
La tristeza sin nombre
de no tener que dar
a quien lleva en la frente
algo de eternidad...
Dulce María Loynaz
Todo es tan efímero... y sin embargo, nos creemos poseedores de la única verdad... Me gustó mucho tu poema, no creo que se apague su brillo.
saludos.
Nunca desaparece del todo, su luz se esparce por el infinito eternamente...
Besotes
Por eso siempre srá infinita y eterna.
Un saludo
Tan sólo la poesía será eterna. Sigamos cultivándola con la finura y elegancia que tú lo haces.
Un beso, Marisa.
MÁS BESITOS DE LUZ PARA TÍ.
Breve, intenso, encantador y tan cierto que la luz emana de tus versos e ilumina la verdad de todas las verdades.
Sí, estoy bien, volviendo a la vida cotidiana, como la mayoría en este septiembre.
Besos
Narci
Lo bello y breve dos veces bello, querida Marisa.
Todo es mutable, nada permanece siempre igual, ni siquiera las estrellas, amiga.
Preciosos y profundos versos.
Besos. María
Es algo así como aquello del libro Ilusiones de Richard Bach:
Quiero saber cómo has aterrizado aquí...
Escucha! -gritó a través del espacio que nos separaba. ¿Este mundo y todo lo que hay en él?
Ilusiones, Richard!!. Todo en él son ilusiones! Lo entiendes??
O así creo entenderlo de tu preciosa poesía.
Besos hermosa.
Todo es efímero, desde luego...
La luz sale... y no se hace cargo de aquello que ilumina u oscurece. Es dar sin esperar nada a cambio...
Lindísimo.
Abrazos.
La profunda belleza de lo efímero, aunque acompasadas con diferente tempo, siempre...efímera... siempre bella...
Debería ser el recuerdo de lo efímero, un mantra de uso perpetuo.
Gracias por el recordatorio.
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