Foto xanela
Y de repente este
sol
inesperado
que abre el espacio
entre
la sombra desnuda
del invierno
y el temblor de la
camelia.
Esta frescura
esta belleza,
este resplandor
que no concuerda
con el silencio que
me inunda.
¿Quién abrió esta
ventana
para que asome
a la médula de la
tierra?
En la boca de los
que te sueñan
lo visible y lo
invisible.
9 comentarios:
De repente este sol inesperado que me despierta aromas que me buscan. Bendito sol, bendito invierno tan entrañable al calor del fuego y las llamas de cobre junto a la chimenea.
Un poema cálido y sutil, Marisa.
Buenas noches.
La fragilidad y la belleza abriéndose paso en el helado corazón...y es que siempre hay resquicios por donde el vivir se hace dueño de cualquier sentimiento, por invernal que sea.
:)
Besos.
Qué bonita!
Hasta de los días más oscuros puede surgir ese rayito de esperanza que nos mantiene en el mundo.- Muy bello, Marisa.- Un abrazo
Un placer pasar a leerte Marisa.
Un abrazo.
Un bellísimo poema. Me ha encantado. Y gracias por tu comentario, ten gentil. Un beso.
Gran poema, querida Marisa.
Delicado, bello, profundo.
Tu sello del buen hacer me acerca a esa camelia y quedo en reflexión.
Besos.
Delicadamente bello, me ha encantado.
Besos
Marisa un bello canto a esos rayos de sol, prometedores de la cercana primavera.
Besos
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