Un pan que no se hornea
Émile Bayard (1837–1891)
Como fatídicas sombras
son muchos ya
los que hambrean
entre contenedores.
Las uñas escarban
en la noche
mientras el corazón
se desangra.
Desde el crepúsculo
hasta el amanecer
se amasa tanta miseria…
levadura de poderosa fuerza,
lava de volcán
que no contienen barreras.
Arrasará las calles
un pan que no se hornea.
17 comentarios:
Demasiado está tardando ese pan en arrasar las calles, Marisa.
Un beso fuerte.
Hermosos y tristes tus versos dentro de una triste realidad.
Besos.
André
Triste pero cierto, el pan que no se hornea... Un abrazo
La justicia se gestará en las calles.
No quedará otra salida cuando la realidad termine asfixiándonos.
Estoy con André. Son versos tristes pero muy, muy hermosos,
Un abrazo cariñoso, Marisa.
Hoy la tristeza de la realidad se extiende en tus versos hasta alcanzarnos.
Besos
Y me temo que crecerá ese número de personas Marisa.
Antes los pobres le robaban a los ricos...
en la actualidad son los ricos quienes roban a los pobres,
el camino por andar estará llenos de sombras como tú bien dices.
Biquiños.
Triste, certero y buen poema, querida Marisa. ¡Lástima de tantos panes sin hornear!
Un abrazo. María
Demasiada realidad que golpea no?.
Tristeza para todos.
Un besito querida amiga.
Asi es, que pena pero cada vez son más lo que sufren el dolor causado por el hambre no solo de pan sino que de amor.
Besos.
¿Podrá con las sordas conciencias?
Quizás necesite nuestras manos... nuestras uñas..
Bss
Y pronto los panes solo se hornearán para unos pocos, mientras los demás prendemos el horno para cocer esos panes destinados a rapaces y carroñeros/as.
Besos
Versos que llegan y se quedan.
Un abrazo
Es muy triste tu poema, pero creo que es real.
El despilfarro debe ser desterrado.
Feliz verano y un abrazo fuerte amiga.
Hay un proverbio egipcio que habla de que podrás morderme el corazón, pero jamás te dejaré morder mi pan. El pan nuestro de cada día es algo que no se puede negociar.
Un beso amiga
Es cierto lo que estas diciendo. Hay mucha hambruna en los pueblos. La abundancia y el despilfarro no caminan juntos. Los pobres lo recogen todo. Benditos de Dios...
Ojalá llegue esa hora...
Besos, Xanela.
Demasiado ocupados en desenterrar aquello que nunca debio pasar, se sigue olvidando que esto cada dia va a mas y al final no habra a quien culpar ni robar...
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