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(Imagen de internet)
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(Imagen de internet)
Ese hombre soberbio
que se creía un dios todoterreno
que campaba a sus anchas
creyéndose de acero,
a través de su dolor
llegó al dolor ajeno,
se hizo humano
ahora que transita
cansado y viejo
tiene asumido
que era de barro.
27 comentarios:
Son efectos de la soberbia...
Hay la tendencia en alguna gente a creer que son mejores o que nada malo les ocurrirá y como bien defines no se dan cuenta de que son humanos como los demás y que están expuestos a las cosas de la vida como los todo ser humano.
genial!
besitos!
Mi niña, es un precioso poema que encierra una gran verdad y es que somos dioses de barro y solamente nos convertimos en humanos cuando comprendemos y compartimos el sufrimiento de los demás.
Brisas y besos.
Malena
Del barro venimos y al barro volveremos, todos sin excepción, sea cual sea la medida de la cumbre en la que tratemos de escapar al destino.
Besos
Del barro venimos e inexorablemente, a él volveremos, amiga.
Buen poema. Besos.
María
Suele ocurrir con los hombres-dioses: un día se dan cuenta de que se derriten con la lluvia...
Estupendo,poema.
Un abrazo grandote.
Tarde o temprano acabamos sabiéndolo porque todos por un lado o por otro nos creemos lo más en algo.
Profunda y preciosa verdad dejas estos versos.
Besos mi querida Xanela
El ego, la soberbia, la vanidad... venenos de la mente que contaminan la misma esencia que define lo humano.
Precioso poema, querida Marisa, y ejemplar texto de reflexión.
Un abrazo.
Has dado en el clavo, somos de barro y no podemos pretender sobrepasar este limite. Bellos versos
Con ternura
Sor.Cecilia
Hola..
No quería irme sin darte un beso... cuídate mucho y nos vemos a la vuelta.. Muakssss
Cuando hemos llegado a la cima, a esa etapa de la vida en la que todo se precipita hacia el abismo, aprendemos que el orgullo y la soberbia eran tan solo muletas, y que de poco servían.
Dioses de barro, muñecos de asfalto, sombra de arenas...
Besos, Marisa.
Es lo que suele pasar cuando no se tiene los pies en la tierra.
Y es que cuando el dolor llega, ya sea vestido de la forma que sea, es cuando ( los dioses) puede tocar el ajeno.
Lástima de quien vive subido en un pedestal, ya que más fuerte será la caída.
Lo has bordado Marisa, es precioso porque has puesto una gran verdad.
Besos y abrazos enormes.
Todos,
aunque nos empeñemos en lo contrario,
estamos condenados a ser efímeros,
como el barro.
Un fuerte abrazo.
Hay los dioses que se deshacen con el agua...
Saludos y un abrazo.
Al menos se dio cuenta a tiempo...
Besos, amiga
Un poema lleno de contenido y con hallazgos literarios muy buenos; lo del dios todoterreno me parece genial.
Gracias por tu visita a mi blog.
Ya queda menos para Sigüenza.
Un abrazo
Non é un efecto da soberbia, senón da vida en si mesma. A media que te vas curtindo nela vas vendo o barro cada vez máis diluido
un hermosos poema que nos debe hacer pensar.
Un abrazo y un placer leerte
¡Bendito barro que nos hace ser tierra y agua moldeable!
besos
Así es Marisa, nos creemos tanto y no somos nada, pero que nunca se haga tarde para poner en práctica la humildad y la compasión.
Un abrazo
No sé por qué Marisa,pero me dolió com una daga en el corazón.Se creen dioses y son humildes mortales.Lo que puede hacer la soberbia.
Besos a tu alma.
Los pecados capitales nos llevan a eso y en este caso, escrito de una forma maravillosa, con ese sello particular, menos mal; que le das vida y forma de darse cuenta.
Un abrazo y buen comienzo de semana.
Cuando se toma conciencia de que el "ìdolo tiene los pies de barro", se caen muchas màscaras.
es un proceso doloroso pero sanador.
Excelente poema.
un abrazo Xanela.
Qué gran verdad en forma de versos,Marisa.
Darnos cuenta de que nada somos,o de que somos de barro,es algo que nos cuesta llegar a entender y suele venir tras tantas caídas!
Feliz de comentarte de nuevo.
Un beso.
Tarde o temprano el cambio de estación acaba recordando a quien se cree imperecedero e invencible que la lluvia es muy buena para enjuagar las ideas y los malos habitos...
abrazzzusss
Muy buen poema, Marisa.
Te dejo un abrazo
Ana
Es cierto.
Generalmente el dolor enseña.
Entonces queda al descubierto la inutilidad de la soberbia.
La vanidad sólo sirve para oscurecer la esencia humana.
Bello mensaje a través de tus versos.
Un beso.
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