Cuando el tiempo y las palabras
se pierden
en el tranquilo silencio
de los pinos,
solo hablan
las huellas de nuestros
pasos
Dejo que la lluvia
de esta tarde
se escurra entre mis dedos
y envuelvo con ternura
el regalo invisible
de los astros.
11 comentarios:
Y tanto que pueden contar nuestras huellas...
Bicos
Gracias Alís
eres un encanto.
Un abrazo
Las huellas siempre permanecen...
Hermoso poema, saludos!
Qué poética la lluvia, yo hago lo mismo que hacen los portugueses cuando llueve.
La dejan caer
¡Cuántas lágrimas se descuelgan de los delgados dedos de los pinos!
Bss
Nuestras huellas son sellos de identidad
que demuestran que ciertas pisadas
no son como las de Atila, pero con creatividad.
Un fuerte y cálido abrazo, Marisa.
Muy bueno Me ha encantado un saludo desde Miami
Gracias a todos
por parar en este
mi rincón de palabra
y sentimiento.
Un abrazo grande para todos.
Muy bello, Marisa. Por ahí con tanta lluvia no es de extrañar que surjan poemas como el que nos ofreces.- Un abrazo
El rocío de la Naturaleza en comunión con los sentimientos.
Besos, Xanela.
Publicar un comentario