Aquí y allá...
Sobre la bregada
carne
pende la espada.
El yo anterior ha
generado
un vacío grande,
muy grande.
Ahora se llena
de cosas pequeñas
que engrandecen el
alma:
Despertar la mañana
con el suave rayo de sol
posando en mi cara.
La alegría del
gorrión
saltando de rama en
rama.
el sol y su ocaso,
temblorosa mirada.
Todo el otoño en una sola
hoja escarlata.
La vida sigue y
allí
donde el tiempo no para
la luz,
el aliento y la palabra.
7 comentarios:
Cuando llenamos el alma de cosas pequeñas, caben más. Y también es más fácil encontrarlas, aunque es cierto que para ello debemos tener los ojos y el corazón más abiertos.
Qué gusto volver a leer tus versos. Qué alegría comprobar que sigues escribiendo tantos años después.
Bicos
El nuevo YO debe alimentarse, como los bebés, de cositas pequeñas, tiernas, proteicas.
Bss
Los pequeños detalles en la vida son los que nos alimentan y nos aportan energía y vitalidad para que en momentos que no vemos de frente lo que deberíamos en realidad ver, surja ese efecto y podamos abrir nuestro iris para decir: ... Ah, pero sigo mi camino...
Estupendos versos, amiga.
Un fuerte y cálido abrazo.
La vida siempre asoma!
Y la luz dorada de tus letras nutren de belleza cada verso.
Abrazos Marisa.
Lo simple que, a veces nos parece poco, es donde se encuentra esa sensación de plenitud.
Besos, querida Marisa.
Gracias a todos los
que visitais mi ventana.
Besos
Así también me siento yo hoy, y empatizo con este poema tuyo.
Gracias por escribir tan bien.
Besos, Xanela.
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