Sentires

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Pulsando

sentires de estallidos llenos

en cálidas noches

de plácidos sueños.

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Quemando

momentos de silencios plenos

en mares de calma

de un vivir serenos.

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Atravesando

juntos destellos del tiempo

tendremos un mundo

de amores eternos.

Cumpliendo años

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Bajo los arces cambiando colores

y sobre el gran lecho mojado y blando,

dorado otoño se va deshojando

pasados ya los cansados ardores.

Esperando inviernos y otros calores

esta lluvia sin pausa va marcando

cada hoja que la vida va pasando

de un calendario de tiernos amores.

En ese flotar de unas alas rojas

me dejo mecer por el dulce viento

voy disfrutando de tanta hermosura.

Me olvido de ti, tiempo que me mojas

el alma de este negro sentimiento,

quiero vivir presentes de dulzura.

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Ser

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Ser isla volcánica
acunada por abrazos
de aguas templadas.

Ser cálido magma
que alienta el fuego
del dragón dormido.

Ser plateada espuma
que blanquea ceniza
en la oscura arena.

Ser luminoso sol
que pelea entre nubes
para calentar océanos.

Sólo soy diminuto ser
que palpita al compás
del péndulo del tiempo.
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Sintiendo el mar

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Me reconozco en este mar calmado

de atardeceres y de sentimiento

volando al aire libre el pensamiento

dejando atrás fantasmas del pasado.

Lo que esperaba ya todo viene dado

en la paz de las olas y del viento

no importa alegría ni sufrimiento

si en equilibrio viene aposentado.

Se desvanece el sol en oro y grana,

se tiñen las aguas de mil colores,

se balancea el silencio en hermosura.

Del amarillo resplandece y mana

el querer de los sólidos amores

deshaciéndose en cálida ternura.

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Momento

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Qué serenidad

llena
el espacio infinito.

Qué latido
expande
el reloj terreno.

Qué dulce
silencio
escucho en el alma.

Qué sentir
supremo
en este momento.




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Reminiscencias

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Santiago Garci. " Mazorcas de maíz".


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Ayer eran campos

de maíces dorados

esperando septiembre

de abundancia y de pan.

Las viñas mostrando

otoño en las hojas

colgaban gustosas

racimos de paz.

El dulzor supremo

pendía en la higuera,

la roja manzana,

muy lleno el peral.

Ya no canta el carro,

ya no ladra el perro,

entre laureles de antaño

crece el zarzal.

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Sol

Iluminas y das vida,

haces verdes las montañas y los valles,

haces azul el cielo y el mar.

¿Por qué entonces

la insistente oscuridad?

Esos pasos inciertos

del que camina en la noche

y no quiere despertar.

Cual campánula azulada

hermosa en el sombrear.

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