miércoles, 20 de noviembre de 2019

La piel




















Para unos
cáscara dura como la piedra
por  la que nada penetra.

A otros no les importa
de que está hecha : la cambian
con facilidad.

¡Ay!…  y qué será de aquellos
que como hoja a la intemperie
su piel queda marcada
por miles de cicatrices.

Quedará limitada
por su tiempo de resistencia.

Marisa Pintos L.

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5 comentarios:

elguantederita dijo...

Un poema duro, como la vida misma.

Xan Do Río dijo...

Y cada cicatriz una experiencia aprendida y cada caricia una historia que contar.

Alís dijo...


De mis embarazos surgió la pregunta de cuánto resistirá mi piel, que cede hasta lo inimaginable y vuelve luego (más o menos) al punto de partida. ¿Y cuál es su tiempo de resistencia? Y mientras aguante y haya espacio para nuevas cicatrices, habrá que aprovecharla, y usarla, digo yo.

Tu poema me hizo reflexionar mucho. Gracias por ello

Bicos

marisa dijo...

Este poema surgió de tantas pieles que sufren
por la injusticia de quienes pudiendo curar
parte de sus heridas prefieren mirar para otro lado.

Un abrazo muy grande a todos por vuestros generosos
comentarios.

Verónica Calvo dijo...

Y aun así, esas pieles que lucen cicatrices, se regeneran.
Nadie debería mirar para otro lado, efectivamente, querida Marisa.

Besos.