
Tórridos rayos de sol
queman la tierra
nube de verano
que desemboca en tormenta
refresca la sed de la tarde
así de efímero
se muestra el amor.
Qué haría yo
sin el crisol de esta ventana,
me ofrece cada día su respiro.
¡Hoy todo se ve tan transparente!
Horizontes infinitos
sin trabas en la mirada.
El mar al alba
se muestra tan azul
como el cielo que nos cubre.
Aunque sé de mi tiempo pasajero
soy dichosa,
vivo como mía
la hermosura del paisaje,
es generosa
se seguirá ofreciendo.
Julio me trae
brisa templada.
Observa cuan desolada
yace triste la arboleda
donde hubo nada queda
por codicia asesinada.
¡Cómo agoniza la vida!
¡cuánto padece
corta cabezas la sierra
sin razón y sin medida.
Pasado del agua pura
savia de los manantiales
letreros de no potables
insensatez que perdura.
Ignorancia del humano
que ya no planta semilla
que se destruye y humilla
miedo y hambre de la mano.
Soñaré verde pradera
trote libre de corceles
una luz sin aranceles
esperanza que no hiera.
La noche
se hizo un sentir
con el piano y su voz
sus manos
musas danzantes
esparcían con su baile
bellísimos cantos de amor
las teclas
la noche y el día
tornaban en alegría
campanadas de dolor
su música
me hizo viajar
a ese mundo sin tiempo
a ese flotar del momento
con alas en el corazón.