En el caer de la tarde
de un mayo cansado, cálido
de fuego de buganvillas
la escucho…
en el alba de las gardenias
perfumando la penumbra
en el sutil peinar del aire
las hojas de las acacias
en el revoloteo de los gorriones
buscando acomodo
en su árbol de la noche
en el crepúsculo dorado
que acompaña al sol a su aposento
de aguas tranquilas
en la fresca brisa del mar
que me llega
con un saludo de beso
la escucho…
lenta, suave, armoniosa…
como llega la noche.
la música del silencio.