
Se conjura con la noche
el sueño
veleidades de vigilia
nutren sus adentros
misterioso
indiscreto
no se le cierran los ojos
no se le cansan los huesos
no sueña el sueño
en los brazos de la noche
amanece
lujurioso
despierto.
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Cuando empecé a escribir en mi Xanela no creí llegar a querer tanto este rincón al que
vengo día a día a expresar un poco de lo que yo soy .
Aquí comparto emociones con tantos y tantos amigos que sintiendo tan cercano su abrazo lo considero un cobijo.
Con vosotros he aprendido a querer y amar la poesía, ya que sin ella mi mundo estaría vacío. A través suyo puedo admirar toda la belleza que encierra el planeta, desde la inmensidad del mar, el sol y la estrellas, hasta la más humilde flor del desierto.
Aprendí a leer en el corazón del ser humano a sentir su alegría, su dolor, su miedo y a entender que nada de ello me era ajeno.
Solo me resta deciros que nada de esto sería posible sin vuestro apoyo y vuestros cariñosos comentarios.
Espero seguir a vuestro lado, si es posible, por mucho tiempo.
Por todo ello, gracias, gracias, gracias.
Os quiero.
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El despertar de los campos
acompaña al peregrino,
la mariposa en la flor
el vuelo del pajarillo,
la nube del azul cielo
la sombra del verde pino
de la fuente el agua fresca
y de la brisa un suspiro.
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Caminando, caminando
todos somos peregrino,
sorbiendo el último aliento
y con el sol vespertino,
se llega al fin del camino.
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