La bocina de los barcos,
campana de Santa Ana
no, no la espantan.
Es la niebla
seda ajada
que no arropa la mañana,
blanca y difuminada
sombra
hace hueco
entre mis ramas,
y cala
cala su densa humedad,
mi encogimiento
mi alma.
Pintura
Graham-Gercken
Y ha llegado el
momento
en que
la suma de
pormenores
han puesto
la primera piedra.
Su peso
será su propia
carga.
Edificará su
tiempo,
apuntalará su
cielo
y se encontrará
a sí mismo.
Instinto del ser
humano
sobre la tierra.