La nada

 















 Pintura:
Orlando Yanes




Por qué
esa continua búsqueda
del ser
por intrincados laberintos,
si la verdad
palpita tan simple
dentro de nosotros.

Tu nombre
siempre pegado a tu piel,
pegado a la memoria
de tu aliento.
Una suma de latidos
que arden en las ascuas
del tiempo.

Nunca serás otro.

Desde que naces
la nada viaja contigo
en las alas
del viento.
 

De lo invisible

Imagen de la red





 Este paso inseguro
en mitad de la noche.
Este miedo a caerse
sin bastón de ciego.
Este contraste tan fiero
entre luz y oscuridad
también permite,
que la estrella
que en el cielo palpita
brille con más intensidad.

Desde el hueco de lo invisible
se acorta distancia
a la tranquila mirada
que difumina las sombras.

Noche de estío

 















 Pintura
Henri de Toulouse-Lautrec



 A la sombra de mis fiebres
descansaba la vigilia
jadeante,
silenciosa,
colgada de mi cabeza
mientras la luna
dormía.

Aquel sueño extraviado
que llegaba a trompicones
para pedirnos asilo,
hizo que volviera a mí
un perfume de gardenia
y el dulce canto del mirlo.

El anhelado frescor
al reverdecer del día
ahuyentaba aquel sopor
de entre pliegues
de calor
que el corazón escondía.

¡Solo un dulce sabor
hasta el borde de mis labios
que de los suyos bebía!