(Alegoría de la vanidad,)
Antonio de Pereda y Salgado
¡Ah! esa fatua vanidad,
afán de pavo real.
¿A quién querer engañar?
Tu, yo, el otro
y el de más allá,
no hay diferencia,
todos del mismo
barro amasado
con fecha de caducidad.
¿A qué aspiro?
A una serena armonía,
a la misma
despreocupada intención
con que se alegran
mis gatos.